Hay una gran diferencia entre la experiencia y las habilidades de los practicantes y la que los maestros de artes marciales tienen. Como se suele decir; “los maestros se han caído más veces que las que lo han intentado los practicantes”. Cuando hablamos de un maestro nos referimos a un experimentado practicante de las disciplinas de artes marciales orientales. Estas personas generalmente son instructores con una alta experiencia en las técnicas y movimientos de las artes marciales, lo cual les capacita ampliamente para enseñar y transmitir todo su conocimiento de dicha disciplina: no sólo en lo práctico sino también lo teórico.
Según el arte marcial que estemos practicando, cuando se hablamos de un maestro o gran maestro, estaremos refiriéndonos a un Sifu, en el caso de las artes marciales chinas, Sensei para las japonesas o un Sabomnim para artes coreanos. Cada uno de estos títulos se refiere a un artista marcial senior que tiene un pasado como estudiante y que se ha promocionado a través de los diferentes rankings que hay es su disciplina.
Dentro de estos grandes y conocidos artistas marciales está Yip Man, el célebre maestro de Wing Chun del legendario Bruce Lee. Su reseñable e increíble vida fue inmortalizada en la película de Ip Man y en series de Tv. Bruce Lee fue un maestro de Kung Fu y generó su propia variante del mismo, llegando a crear más tarde su propio estilo, Jeet Kune Do.
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En las artes marciales orientales, se suele hacer uso de los diferentes grados para referirse a la experiencia y conocimientos de una persona dentro de una disciplina. Para alcanzar este reconocimiento es altamente recomendable competir con otra persona con la que no se estés acostumbrado a entrenar, ya que no conocer sus movimientos te puede sorprender. Al mismo tiempo, también, aprendes otras técnicas y amplias conocimientos. Conseguir avanzar niveles, cinturones o “dans” en las artes marciales, requiere años de entrenamiento y no es posibles obtener un buen nivel sólo en uno o dos años. Llegar a ser un gran maestro requerirá dedicar tu vida a tu disciplina.
Una métrica comúnmente citada para conseguir ser maestro en un campo es la “regla de las 10.000 horas”, atribuido a Malcom Gladwell. Gladwell estableció que 10.000 horas son necesarias para convertirte en un maestro en cualquier campo. Aunque este número es sólo una regla general y no es objetiva, sí te puede servir para saber aproximadamente cuándo te convertirás en maestro de artes marciales.
En muchas ocasiones, los artistas marciales intentan alcanzar el reto de ser maestros buscando un camino más corto. Sin entender que el verdadero reto es el arduo camino de alcanzar la maestría. Para obtenerla necesitas disciplina y un entrenamiento diario. Cuando la recompensa de un título de maestro no es el objetivo, es el momento en el que has alcanzado el nivel para serlo.
Más que sólo ser el mejor competidor, un buen maestro es una síntesis de aspectos físicos, mentales y espirituales de las artes marciales. El maestro no sólo ha mejorado sus habilidades con un nivel muy bueno, sino que también ha elegido el arte marcial como parte de su estilo de vida y filosofía.