En muchos de nuestros artículos hemos hablado de grandes maestros y de luchadores que están consiguiendo una gran fama a día de hoy en las competiciones más conocidas de todo el mundo. Pero hasta ahora, no habíamos hablado sobre uno de los judocas más conocido e imitado en nuestros días.
Toshihiko Koga, nació en Fukuoka el 21 de noviembre de 1967. A la edad de 48 años es relativamente joven para ser el gran guerrero y maestro que es. Ha conquistado la lona y batido a sus enemigos.
A pesar de su juventud, Toshihiko es uno de los judocas más completo de la historia. Viendo imágenes de él en el dojo, es fácil apreciar la explosiva combinación que tiene entre potencia y técnica, difícilmente vista en este arte marcial.
Desde muy pequeño, fue un enamorado de las artes marciales y más concretamente del judo. Comenzó en el colegio a los 6 años. Aprendió junto a su hermano mayor, Motohiro, de su padre, Toshiro. Los dos Kogas se convirtieron en aclamados luchadores. Toshihiko se enfrentó y derrotó a su hermano en 1985.
Después de esto, sus habilidades explotaron ganando torneo tras torneo. Comenzando en 1986 con el Campeonato Del Mundo Junior de Roma, siguiendo con varias victorias en la Copa de Kodokan, Campamentos de Judo All-Japan y diversas asistencias a las Olimpiadas de verano, en las que ganó la medalla de oro en 1992 y la de plata en 1996.
A lo largo de su trayectoria ha hecho uso de su tokui-waza, su firma. La habilidad que tiene con su ippon seoi nage, un barrido de judo que es legendario en la comunidad judoca, ha hecho que sea considerado el más grande de todos los tiempos. Toshihiko ha tenido varias lesiones – por nombrar algunas de ellas, el codo en 1986 y la rodilla en 1992- lo que le impidió hacer este movimiento durante un tiempo. Cada vez ha superado su dolor y ha conquistado la competición, un prueba de, no sólo sus habilidades y dedicación al judo, sino también la capacidad de adaptación y uso de las técnicas para compensar sus lesiones.
Toshihiko también ha conquistado a sus oponentes cuando las posibilidades estaban en su contra. Lo hizo durante toda la final de 1990 en la categoría open-weight del Campeonato de Judo All-Japan. Luchó contra un oponente mucho más pesado y alto que él y sin embargo le derribó.
Se retiró de la competición en el 2000, después de conseguir todos los títulos posibles en judo. También fue tres veces campeón del mundo y 6 veces poseedor del título All-Japan. Hoy en día, sus hijos, Hayato y Genki, continúan luchando y sosteniendo el legado de su padre, esperando seguir sus pasos en las Olimpiadas de 2020.
De sus hijos, quienes perdieron en la final, dijo; “Creo que aprendieron que tienen que trabajar más duro si ellos quieren llegar a las Olimpiadas”. Pocos judocas sabrían esto tan bien como Toshihiko, ya que su propio espíritu y perseverancia lo han convertido en uno de los judocas más impresionantes de todos los tiempos.