Como instructor de artes marciales profesional, tienes una relación muy fuerte con tu alumnado y eres consciente de la evolución del mismo, siendo esto último, un factor muy gratificante para ti. Si te gusta enseñar a adultos, ¿has pensado alguna vez en entrenar a niños? La idea de tener un constante lloriqueo de un niño más la poca capacidad de concentración que estos tienen, puede desanimarte al principio, pero piensa en los objetivos a largo plazo y la sensación de logro que puedes obtener cuando comiencen a mejorar tus alumnos. La inocencia de un niño saca el lado más vulnerable y sensible de un adulto e incluso hay veces que puede hasta hacerte sonreír sin saber por qué. Es bueno mantener un equilibrio entre los niños y los adultos en tu formación, y tal vez es esto lo que necesitas a veces, una enseñanza sin menos estricta y siendo capaz de disfrutar de ella.
¿Qué beneficios obtienen los niños?
Hay muchas ventajas cuando se trata de formar a niños. En éstos es importante conseguir que disfruten del deporte a una edad temprana, ayudando, así a estimular su crecimiento, reducir su estrés, y mejorar su salud física y mental. Durante los primeros años de edad, el aprendizaje de las artes marciales también les ayuda en su desarrollo social y autoestima. Los niños que practican artes marciales tienen más éxito en el aula, ya que está demostrado que entrenando en artes marciales pueden mejorar las habilidades de lectura de los niños, la concentración y la memoria.
Comenzar a practicar a una edad muy temprana jará que el niño sea más activo, lo cual puede hacer que se alejen de la mayor epidemia de los niños hoy en día, la obesidad. Cómo de sanos serán los niños en el futuro dependerá de los hábitos saludables que adquieran en sus primeros años.
Por último, si los niños empiezan a practicar artes marciales hará que el típico comportamiento que éstos tienen (lloriqueos, inmadurez, irresponsabilidad) cambie. La filosofía, la disciplina y el desarrollo del caracter que las artes marciales implica cambiará las vida de estos niños en sus años de formación. Ellos serán más seguros de sí mismos, tendrán más confianza y serán más disciplinados. Esto es algo muy gratificante que ay que tener en cuenta.
¿Cómo te beneficia?
Para los niños que entrenas eres mucho más que un profesor. Eres su mentor, un modelo a seguir. La influencia de los adultos es algo muy poderoso, es normal que los niños te miren como a alguien a seguir ya que eres más mayor y con más experiencia. La relación entre el instructor y los niños se hará muy fuerte y estará basada puramente en la confianza. Este viaje será más que enriquecedor y significativo ya que podrás convertirte en una parte de la vida de esos niños y tendrás el placer de verles crecer y ver como se convierten en adulto. Como buen instructor debes utilizar un enfoque positivo, tendrás la gran responsabilidad de establecer estándares razonables que no defrauden al niño y éste debe de ser un elemento inspirador para entrenar a los niños.
Niños Vs Adultos
Te encontrarás aprendiendo cosas nuevas sobre ti mismo todos los días y tal vez te darás cuenta de ciertas habilidades que debes de mejorar gracias a ellos. Los niños no suelen entender las cosas de inmediato, por lo que tendrá que repetir las cosas bastantes veces para ayudar a que el niño comprenda al 100% como ejecutar determinado movimiento. En las primera etapas de desarrollo cognitivo los niños no entiende bien las cosas a la primera por lo que tienes que repetir las cosas varias veces. Con el tiempo te volverá más paciente y te darás cuenta de que la repetición de patrones no es adquirida de la misma manera.
Los menores tienen una personalidad propia y una pureza en ellos increíble, puesto que no tienen maldad y solo están ahí para practicar artes marciales con otros niños. Aprenderás la bondad y un tipo diferente de amor. Al ver que tus alumnos van evolucionando positivamente dará una enorme sensación de orgullo y satisfacción.
A los niños les encanta el sistema de clasificación de cinturones, es como un juego para ellos, donde el cinturón es la recompensa. Es la prueba de que han cumplido su trabajo correctamente. Cuando son jóvenes, en realidad no les importa quien ha ganado la pelea. Un estudio muestra que 3 de cada 4 niños no están interesados en las victorias de las peleas. En cambio están interesados en cómo lo han hecho, si bien o mal, y en cómo de orgulloso estás tú de ellos.
Hay que tener en cuenta que el nivel de enseñanza con los niños es más bajo y avanza más lentamente, como instructor tendrás que adaptar la práctica a su edad y capacidad. Sin embargo, es mucho más fácil enseñar a los niños ya que es menos probable que tengan malos hábitos en la práctica. Un problema que muchos adultos tienen, sobre todo cuando han practicado diversos deportes a lo largo de su vida.
¿Cuál es la mejor edad para empezar?
Se recomienda que después de 5 o 6 años de edad los niños ya puedan empezar a practicar artes marciales, ya que comprenderán mejor el arte, seguir las instrucciones del instructor y darse cuenta de la filosofía de las artes marciales. Cuando tienen 11 años, un adolescente puede comenzar a competir, pero siempre evitando porsibles consecuencias como demasiado estrés. En la pubertad, los adolescentes tienden a ser más conscientes de sí mismos y el perder competiciones puede provocarles una pérdida de confianza y falta de interés en mejorar sus habilidades. Puede dolerles más una derrota ya que todavía no han adquirido el significado de la buena deportividad.
Sacar el máximo partido en tu tiempo
Lo bueno de enseñar a niños como a adultos, es su horario. Las clases de los niños no van a ser a las mismas horas que las clases de los adultos, debido a los horarios de trabajo de estos últimos. Los adultos probablemente entrenarán antes del trabajo, a la hora del almuerzo o después del trabajo; mientras que los niños entrenan una vez terminada la escuela por la tarde. Durante las vacaciones escolares sería ideal programar un “campamento de entrenamiento” para ellos, ya que tienen mucho tiempo libre. Estas clases adicionales, pueden generarte más ingresos en tu club de artes marciales.
Además, cuando los padres lleven a sus hijos a las clases, verán como entrenan los adultos y quizá también les entre el gusanillo de unirse.
Ejemplo de una clase de Wing Chun de 3 a 6 años de edad
Bueno para el: mejora la capacidad de psicometría, el respeto de las normas, la actividad en grupos y la seguridad en sí mismo.
La mayoría de las veces, la enseñanza es un conjunto de juegos con algunas técnicas de Wing Chun y ya cuando los niños crecen, el entrenador comenzará a poner más técnicas en la clase y menos juegos.
¿Qué se puede esperar de una clase de Wing Chun?
- Reverencia + estiramientos
- Varios ejercicios (pista de fitness, aprendizaje de movimientos básicos, la actividad como juego)
- Estiramiento + calma
- Reverencia
Entrenador de UCT International
Wing Chun Sifu, BJJ Cinturón Negro
¿Te gusta la idea de entrenar a niños?