En los últimos años las artes marciales se han convertido en una manera de iniciarse en algún tipo de actividad física (sin importar los valores y principios marciales), evitando caer en la monotonía que puede llevar practicar deportes poco dinámicos. Han sido representadas por los medios de comunicación como algo divertido, excitante y llenas de valores competitivos. Películas con actores de artes marciales como Wing Chun, el maestro de Kung Fu Jackie Chan y el karateka Wesley Snipes han mostrado potentes movimientos y secuencias de acción. Mientras que los torneos más populares como Ultimate Fighting Championship sacan a la luz los elementos más violentos y cargados de adrenalina de las artes marciales.
Pocas personas se dan cuenta de que las artes marciales son algo más que peleas. Muchas disciplinas fomentan la paz interior y la no agresión. En efecto, hay estilos de artes marciales que traen con su práctica la relajación. Si estás buscando practicar ejercicios de relajación para mejorar tu calidad de vida, las artes marciales pueden ser la mejor opción.
El Chi Kung y el Taichi son claros ejemplos de ello: ofrecen múltiples ventajas a tu organismo, si eres capaz de practicarlo con cierta regularidad. No sólo es bueno para controlar la respiración, clave para mejorar la oxigenación de manera correcta, sino que también es buena para conseguir la paz y el equilibrio interior, ayudando a concentrarte y aliviar el estrés.
Chi Kung se centra casi por completo en el concepto de relajación, y es conocido por su capacidad para manejar la depresión y otros problemas de salud mental. Incluso puede ayudar a controlar el dolor de los pacientes crónicos, y tiene muchos otros beneficios físicos. Este arte marcial antiguo tiene diferentes influencias, comenzando por la medicina China tradicional de hace miles de años, pasando por la influencia del budismo, el Confucionismo, así como otras filosofías.
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Por otro lado el Tai Chi también reduce el estrés, alivia la ansiedad, previene la hipertensión y aumenta tu forma física, gracias a su entrenamientos de la flexibilidad y aeróbicos. Estudios científicos han demostrado también que es capaz de controlar el dolor del cuello. Debido a su baja intensidad, el Tai Chi es compatible con niveles de fitness bajos y seguro para que lo practiquen la gente mayor. Gracias a la forma en que enseñan y trabajan el equilibrio y promueven la fortaleza ósea, también puede ayudar a prevenir los peligros de las caída de las personas mayores, que son tan peligrosas.
Eso sí, debemos tener en cuenta ciertas premisas a la hora de iniciarte en esta práctica. Es imprescindible adaptar la práctica a nuestra condición física. No podemos exigirnos el mismo nivel que otra persona joven o que lleve años practicando. Además, los expertos recomiendan evitar practicar Chi Kung cuando estás fatigado o sufres de alguna enfermedad degenerativa. Por lo demás, ¡relájate con una agradable clase de Chi Kung o de Tai Chi!