Puede ser realmente duro encontrar a alguien que reúna todas las cualidades para ser un buen instructor. Un buen profesor debería ser positivo, entusiasta y apoyar a sus alumnos. Estas son cualidades que se transmitirán de unos estudiantes a otros. Deberá ser una persona en la que puedas confiar, que esté enfocado, orientado a resultados, competente, respetuoso, observador y que sepa comunicarse bien.
Los luchadores que solían pelear profesionalmente suelen ser grandes profesores ya que éstos ya han realizado la trayectoria que tus alumnos están a punto de iniciar. Aquí hay 10 grandes razones por las que estos luchadores son grandes instructores.
- Entienden el deporte y lo han practicado eficientemente
Los luchadores veteranos tienen la habilidad de enseñar eficientemente y saben cómo adaptarse a un luchador en función de su capacidad de progreso. Ellos pasaron hace tiempo por esa situación y son muy conscientes de las limitaciones de sus estudiantes, así como de sus fortalezas.
- Están atentos a las noticias de artes marciales y siempre están al día
Como instructores saben mucho de artes marciales, así como de otros deportes relacionados con las mismas. Es importante estar continuamente actualizándose y aprendiendo a través de nuevos talleres, últimas noticias y cualquier cosa relacionada con su disciplina. Esto les harán más competitivos en cada aspecto de su arte marcial y sus estudiantes notarán que están al día.
Un buen instructor también sabe lo que no sabe. Siempre piden consejo a otros instructores y profesionales para aumentar sus conocimientos, lo cual transmitirá a sus estudiantes.
- Comparten sus conocimientos y la transmisión de alta calidad del luchador siempre es importante
De sus años de experiencia, un buen instructor puede explicar con gran cantidad de detalles el entrenamiento a sus estudiantes. De esta manera serán capaces de poder realizarlos sólos.
- Pueden ser dinámicos, positivos y motivar
Cuando tienes una actitud positiva esta se contagia al resto de la gente. La habilidad de motivar es la clave del éxito de un luchador. Un buen luchador sabe cómo crear el deseo de sobresalir de otros luchadores. Si han obtenido grandes logros en su vida profesional, ellos mismos serán una fuente de inspiración para sus estudiantes.
- Conocen bien a sus luchadores. Es una relación basada en la confianza y en el respeto
El enlace entre el luchador y el instructor debe ser muy fuerte. Ellos conocen íntimamente las virtudes y debilidades de cada uno. Los luchadores veteranos han estado antes en la situación de sus estudiantes por lo que entenderán mejor qué pasa por la cabeza de sus alumnos.
- Se comunican y enseñan de una manera muy eficaz
Un buen instructor transmite respeto. Explica claramente los objetivos y se apoya en los mensajes. Reconoce el éxito y no denigra el error, lo ve como un aprendizaje. Los grandes luchadores tienen años de experiencia con diferentes entrenadores y tipos de entrenamiento. Esto lo podrá aplicar en sus clases y a sus alumnos.
- Escuchan a sus luchadores y siempre son pacientes con ellos
Un buen profesor sabe escuchar comentarios, preguntas e ideas de otros luchadores. Éstos han tenido la experiencia de estar en los dos lados, tanto dar como escuchar consejos.
- Saben cuándo están en lo correcto y hacen cumplir la disciplina
La competición en las artes marciales está sujeta a reglas. El profesor debe asegurarse que el luchador las respeta. Ellos tienen experiencia de trabajar con estas normas y puede dar consejos y apoyo para que no sea tan difícil trabajar con ellas.
- Ellos lideran enseñando mediante ejemplos
Es difícil para un estudiante ser liderado por alguien que no ha estado en el mismo lugar en el que él está. Un instructor que previamente ha peleado en grandes ligas es un buen ejemplo de líder.
- Muestran su pasión por las artes marciales
Por último, un profesor debe ser apasionado y ¿qué mejor representante de la pasión por las artes marciales que alguien que ha peleado para vivir? Esta gran pasión la transmitirán a sus estudiantes.
No es la cantidad de años que posean, sino la experiencia que tengan en diferentes situaciones. La experiencia global ayuda tremendamente, no solo en la forma física que tienen, sino a la hora de explicar cómo se hace perfectamente el movimiento.
Un profesor inexperimentado no sabe cómo pelear con miedo en el estómago o con los brazos cansado. Él nunca lo ha vivido y no sabe cómo ayudar a sobrellevarlo. No sabe cómo analizar si el golpe es suficientemente fuerte o si la resistencia es buena.
Un instructor que ha peleado de manera profesional será capaz de eso y más, y podrá elevar los objetivos de sus estudiantes gracias a los años de experiencia que tiene. Pocas personas pueden realizar esto.