Como se suele decir los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. La diferencia entre ambos no se reduce solamente a las capacidades físicas sino también a cuestiones de preferencias, mentalidad y objetivos.
Hay que tener en cuenta estas diferencias entre hombres y mujeres para ayudarte a tener una mejor comprensión de cómo se puede comercializar una buena estrategia de formación para los clientes individuales y crear el programa de entrenamiento adecuado para ambos sexos.
Ellos no quieren los mismos resultados
La mayoría de los hombres quieren ganar músculo y luchar en las competiciones. También quieren parecerse a sus ídolos de las películas y se esfuerzan en ir más allá de su propia capacidad.
Por otro lado, la mayoría de las mujeres desean perder peso y sentirse seguras. Las mujeres quieren aprender defensa personal para protegerse, tonificar y mantener su cuerpo en buen estado físico a cualquier edad. Conforme la edad de la estudiante aumenta son mayores los deseos de mantener el cuerpo en buena forma.
El número de mujeres que quieren parecerse a luchadoras profesionales es menos común que el de los hombres. Por esto hay que adaptar el entrenamiento a las necesidades de cada alumno.
Mentalidad diferente
Los hombres tienden a ir más allá y forzar sus límites, por lo que su formación avanza mucho más rápido. Haz al principio de entrenamiento un calentamiento fuerte. Los hombres quieren aprender a luchar, pero a veces pueden llegar a ser demasiado orgullosos en sus primeras peleas.
Las artes marciales se tratan de fuerza y en general las mujeres prefieren más entrenamiento cardiovascular y sobre todo bajar de peso. Quieren tonificar su cuerpo en general y deshacerse de la celulitis o hinchazones. También quieren aprender a defenderse, pero a veces, se dan por vencidas demasiado rápido. Algunas artes marciales son demasiado brutas para mujeres, ya que éstas son más propensas a lesionarse que los hombres, especialmente en los hombros y las rodillas.
Psicología diferente
Las mujeres de media, normalmente tiene dos tercios de masa muscular con respecto a los hombres. Estos últimos también son más rápidos en el entrenamiento aeróbico y pueden consumir con una mayor rapidez las reservas de glucosa que tienen para intensificar su fuerza.
Las mujeres, sin embargo tienen un metabolismo mejor en comparación con los hombres y usan su grasa de manera más eficiente. Esto le proporciona una mayor resistencia con menos fatiga que el sexo opuesto en otro tipo de entrenamientos.
Pros y contras
En general, las mujeres tienden a ser más fáciles de entrenar que los hombres y pueden ayudar al grupo a ser más disciplinado. Los hombres y mujeres no sienten ninguna diferencia de género cuando están entrenando juntos. Sin embargo, podría ser más beneficioso para ambos entrenar con personas del mismo sexo para reducir la intimidación, pero al hacerlo todos juntos se convierte en un reto y aumenta la motivación también el entrenar con el sexo opuesto.
Resumen
Hay claras diferencias entre hombres y mujeres que debes tener en cuenta cuando entrenes a tus estudiantes, como regla de oro. Sin embargo, más importante que saber las diferencias entre dos grandes grupos es ser capaz de entender qué tipo de entrenamiento quiere cada persona de manera individual.
Ve a tomar un café con tus cliente y charla con ellos sobre sus objetivos en el entrenamiento en lugar de hacerles que rellenen un formulario. Esto les hará sentir que tu trato es muy personal por lo que aumentará la confianza que depositen en ti. Como profesional deberías darles los consejos adecuados y para hacerlo debes conocer las diferencias entre el entrenamiento femenino y masculino, sugiriendo diferentes enfoques optimizados a cada sexo. Pero en última instancia no hay que olvidar que cada persona es diferente y única, esto será determinante para realizar el entrenamiento lo más personal posible.