Al igual que empezar cualquier otro negocio, no es fácil abrir tu propio club de artes marciales. Te cuestionarás las decisiones sobre éste a la mínima ocasión. Te preocuparían asuntos como “¿y si no funciona?”, ¿y si pierdo dinero?” o “¿y si no consigo alumnos?”, y otro tipo de predicciones negativas. Esto deriva de ser «realistas» y prepararse para lo peor.
Pero, ¿qué tal si nos centramos en los aspectos positivos? ¿Cambiaría eso nuestra mentalidad y visión de conjunto? La respuesta es un sonoro sí, desde luego que lo haría. Para llegar a visualizarte como dueño de un club tienes que pensar de forma positiva y estratégica. Sinceramente, no tiene ningún sentido si no crees en tu propio negocio. Veamos una por una las tres preguntas negativas anteriores y cómo podemos evitar esto.
1) ¿Y si no funciona?
Solo el hecho de considerar la posibilidad de dirigir tu propio club de artes marciales significa que deberías conocer de antemano todas las disciplinas que vas a enseñar. Deberías saber qué equipo y cuánto espacio son necesarios para cada deporte. Así que si tienes el conocimiento y la pasión, ¿por qué no iba a funcionar?
Ejercicio:
- Escribe una lista con los pros y los contras de convertirte en propietario de un club y analízalas.
- Revisa los contras y haz una lluvia de ideas para ver si se puede trabajar en ello y qué otras opciones tienes.
- Habla de esto con tus amigos y pregúntales si tienen ideas o comentarios.
2) ¿Y si pierdo dinero?
Una inversión no se llamaría así si no estuvieras poniendo tu dinero a prueba. Si necesitas pedir dinero prestado, prepara un plan de negocio y presenta tu idea a inversores o bancos. Si consigues que se interesen en tu negocio quiere decir que estás haciendo bien las cosas. Dirigir un negocio entraña siempre la posibilidad de perder dinero y no tener beneficios.
Para enfrentarse a esto, debes tener una actitud positiva y una sólida planificación que respalde tu idea. Un plan de negocio te ayudará a cuantificar el riesgo.
Ejercicio:
- Haz un plan realista y mensual que muestre tus gastos e ingresos.
- Para calcular tus gastos mensuales, haz una búsqueda del coste del equipo, personal, facturas de agua y otros gastos.
- Asigna parte del presupuesto de marketing a folletos, página web y redes sociales.
- No te olvides de incluir en el plan los ingresos que te gustaría recibir del club.
- Para calcular tus ingresos, piensa en todas las clases y servicios que te gustaría ofrecer.
- Piensa cuántas de esas clases podrías ofrecer al mes.
- Calcula cuántos alumnos puedes conseguir para tus clases y cuántos entrenamientos individuales puedes organizar.
- Establece una tarifa para tus clases de grupo y otra para los entrenamientos individuales.
- Extiende el plan a un segundo y tercer año para ver cuándo podrías recuperar la inversión.
- Planear te ayudará a saber cuánto tienes que invertir y a controlar tus ingresos y gastos una vez establezcas tu club.
También puedes tener en cuenta algunos de estos consejos de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa para elaborar tu plan de negocio.
3) ¿Y si no consigo alumnos?
Esto depende totalmente de ti y de tus ganas de conseguir alumnos, porque, hoy en día, el poder de las redes sociales te puede llevar muy lejos. Si trabajas con tesón para obtener un buen número de alumnos, usas las herramientas adecuadas y te diriges al público correcto no habrá ningún problema. Conseguir contactos llevará su tiempo, pero si lo haces bien, tiene mucho potencial. Las posibilidades son infinitas.
Ejercicio:
- Utiliza Facebook para empresas y dirígete al público correcto según datos demográficos.
- Genera ideas que puedan darte una visibilidad viral en las redes sociales o atrae a la gente con guías útiles que puedan hacer que se inscriban.
- Lo más importante es preguntarte si lo deseas realmente. Si la respuesta es sí, no tengas miedo, emociónate por este increíble proyecto que vas a comenzar.
Echa un vistazo a nuestra gran variedad de artículos sobre cómo aprovechar el poder de las redes sociales para conseguir clientes. Las redes sociales pueden consumir mucho tiempo, pero en términos económicos, el coste es muy bajo y pueden lograr nuevos clientes de formas mucho más interesantes que las tradicionales y adaptarse mejor y de manera más efectiva.
Todo proyecto empresarial implica un riesgo. Pierdes el sueldo que tendrías con un empleo «normal» trabajando para otros. Puede que te supere alguien con más recursos, conocimientos o que simplemente esté en el lugar adecuado en el momento oportuno para colocarse por delante de ti. Sin embargo, estos miedos pueden superarse. Date cuenta de que has hecho tu investigación, conoces tu campo y tienes planes de contingencia para el futuro. Toda aventura es un riesgo, pero la recompensa es asombrosa si estás motivado.