El héroe desconocido de las artes marciales no es ninguno de sus pioneros o alguno de sus muchos estudiantes – son los maniquíes de madera. Estos son un pilar de las artes marciales y la educación en la lucha. El uso de maniquíes está documentado desde hace 3000 años en el entrenamiento de las artes de combate chinas, pero ha aparecido en diferentes formas en los últimos siglos.
Después de un resurgimiento de la popularidad de las artes marciales en 1920, el dai jongs (o “Ground Dummies”) se colocaba cerca de los pueblos y espacios públicos y era poco más que un tronco de madera que parcialmente se enterraba en el suelo y utilizado para sparring.
El moderno dummy de madera no se introduciría hasta décadas después. Después de huir de un levantamiento comunista en China, Ip Man decidió instalarse en Hong Kong y convertirse en un maestro profesional de artes marciales. Tuvo que enfrentarse a diversos obstáculos – como no tener un espacio de entrenamiento permanente o una afluencia constante de estudiantes. Ip todavía no tenía un maniquí con el que pudieran entrenar sus estudiantes. En la década de 1950, Ip Man encargó a Fung Shek un prototipo de maniquí portátil, y el resto es historia.
Lo que diferenció al maniquí viejo del dai jong es cómo está montado. Mientras el antiguo está apoyado en su base, el nuevo modelo está colgado de listones de madera que pasan a través de su cuerpo y que, cuando se utiliza, lanza al maniquí de un lado a otro de una manera más realista. Esto permitió a los estudiantes obtener retroalimentación inmediata, la cual era imposible con las versiones anteriores del maniquí. Esta versión fue tan efectiva e innovadora que se convirtió en el modelo para los maniquíes de los próximos años.
Casi todos los estudiantes de artes marciales han utilizado en algún momento un dummy. ¿Cuál es la mayor lección que ha aprendido?