Hijo de un guardabosque, Eric Pleasants era un joven de Norfolk, Inglaterra, que, a una edad temprana, desarrolló un interés tanto en la lucha libre como en el boxeo. Entró en el ring joven, ganándose una buena reputación y el apodo de ‘Panther’. Un día se despertó viendo doble y el médico le aconsejó que dejara de boxear: las lesiones en la cabeza no debía de tomárselas a la ligera. Eric se sintió como si su mundo se hubiera derrumbado alrededor de sus oídos.
Aun así, siempre hubo lucha libre, y con el tiempo, Eric destacó en el ring, convirtiéndose en un luchador campeón, además de encontrar trabajo como guardaespaldas. No hay duda de que habría tenido una impresionante carrera atlética, de no haber sido por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Todo lo combativo que Eric era, se reflejaba en la terquedad que tenía con la autoridad. En julio de 1940, trabajaba como obrero agrícola en Jersey, cuando los alemanes ocuparon las Islas del Canal. Eric rápidamente se enemistó con las autoridades alemanas y fue enviado a un campo de prisioneros. Para pasar el tiempo, los presos organizaron combates de boxeo entre ellos, y Eric no perdió tiempo en unirse. En el mismo campamento, finalmente se inscribió en el British Free Corps, un grupo de voluntarios que sirvió en las Waffen-SS de Alemania.
Según el periodista Adrian Weale, Eric les dijo a sus reclutadores que él estaba allí para pasar un buen rato. Para citar a Eric, “no estaba en el lado de nadie más que en el mío, ni traidor ni partidista, y nunca peleé por nadie excepto por mí”.
Cualesquiera que fueran las razones para unirse, su reputación como boxeador llevó a Eric a ser elegido para el equipo de boxeo pionero de las SS a finales de 1944. Su primera pelea fue en Praga contra un policía de las SS, una pelea que ganó Eric. Esta victoria dio lugar a más combates, y lo más notable, luchó contra el campeón de los pesos pesados Max Schmeling en una serie de combates de exhibición. Estas peleas, organizadas por los oficiales nazis, fueron el apogeo de la carrera de boxeo de Eric, después de haber abandonado las esperanzas de boxear nuevamente.
Cuando la guerra llegó a su fin, también lo hizo la carrera inesperada de Eric como pugilista. En 1945, desertó de las Waffen-SS, antes de ser capturado por los soviéticos y enviado a un Gulag dentro del Círculo Polar Ártico. Nunca se dio por vencido, Eric sobrevivió al duro régimen penitenciario, y después de ser liberado en 1953, regresó a Norfolk, donde se estableció, convirtiéndose en profesor de educación física e instructor de judo.
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