Cualquier persona que practique una disciplina de artes marciales sabe que es fácil entusiasmarse y dejarse llevar por todo lo que está aprendiendo. Un mundo entero de nuevas habilidades se coloca en frente de ti durante las primeras etapas de tu entrenamiento, especialmente cuando ves veteranos y maestros que demuestran habilidades y técnicas tan impresionantes. Sin embargo, en poco tiempo te das cuenta de que alcanzar ese nivel requiere mucho trabajo y autodisciplina.
La autodisciplina, en este caso, significa estar dispuesto a hacer lo que tienes que hacer para mejorar, luchando contra todas las circunstancias que se te presentan en el mundo, Eso se traduce a encontrar tiempo para entrenar, hacer ejercicio y lograr la fuerza de voluntad para comer bien y evitar tentaciones. Significa hacer lo que tienes que hacer incluso cuando no quieres hacerlo. – Aquí hay algunos consejos para superar la tentación y reforzar su autodisciplina.
Una forma importante es ser humilde y no solo reconocer tus debilidades sino también abrazarlas. Debes descubrir qué es lo que en tu vida te debilita y destruye tu autodisciplina. Con eso en mente, debe formular un plan claro para evitar tus debilidades y reforzar tu disciplina.
Tu plan puede incluir la eliminación voluntaria de todas las tentaciones, siempre que sea posible. Una vez que sepas cuáles son tus debilidades, siempre puedes reunir la fuerza de voluntad para cambiar tus circunstancias y evitar caer en la tentación. Esto no necesariamente significa decir no a estas tentaciones. – Por ejemplo, si puedes identificar las razones por las cuales no podrías entrenar, configura tu rutina de una manera que evites esos motivos y te permita abordar tu capacitación de frente.
Caemos en tentaciones porque sentimos que son más fáciles y más cómodos para nosotros. Si sabes que debes entrenar temprano por la mañana, tu tentación será la idea de dormir. Tendrás que convencerte a tí mismo de que debes soportar las incomodidades tanto emocionales como físicas para mejorar. ¿Y cómo te motivas para superar la incomodidad? Fácil: visualizando todas las recompensas a largo plazo que cosecharás cuando evites la tentación y te abroches el cinturón.
No siempre lograrás disciplinarte, y eso está bien. A veces, ceder es lo que nos hace humanos, y la clave es aprender de nuestros errores cuando ocurren, y usar lo que hemos aprendido para mejorar nuestras deficiencias. La aplicación de las lecciones aprendidas te permitirá seguir modificando tu plan y fortalecer tu autodisciplina. ¡Eventualmente cometerás menos errores y te sorprenderás de cuán disciplinado y testarudo te has vuelto!
¿Cómo entrenas tu autodisciplina? ¿Qué desafíos y tentaciones encuentras?