En esencia, la fuerza de un puñetazo viene de la ecuación de la aceleración multiplicado por la masa. A través de un puñetazo se transfiere toda la masa de tu cuerpo a tu brazo. Cuánta más masa impliques en cada golpe, más fuerza tendrás. Éste es el motivo por el que se tienen distintas categorías de peso en boxeo, los pesos pesados golpearán más fuerte que los pesos ligeros.
Entrenar para mejorar tus puñetazos requiere una combinación de múltiples factores, incluyendo un entrenamiento efectivo y eficiente que te permita canalizar todo tu cuerpo en cada golpe, no sólo los músculos de tu brazo. Es importante un entrenamiento de éste tipo para que así te asegures de que implicas tu fuerza y tu masa en cada golpe.
Forma
Un buen puñetazo comienza desde el suelo. Una postura sólida actuará como base y el movimiento de piernas será el que transforme la energía del movimiento en un puñetazo. Sí, la mayor parte de la energía de los puñetazos proviene de tus piernas y la rotación. La torsión de tu cuerpo transmitirá la energía. El famoso puñetazo de Bruce Lee desprende mucha fuerza, aunque lo realice a una distancia muy corta del objetivo. Fija todo tu cuerpo y, con una rápida sacudida de piernas, realiza un giro de cabeza con un fuerte impulso de los hombros y con un movimiento corto de brazo conseguirás dar un espectacular puñetazo. Este es el resultado de un movimiento biomecánico mesurado y coordinado que hace que implique una gran cantidad de músculos y masa posible.
Tu entrenamiento comienza por tu postura. Tus brazos deben estar relajados, los codos abajo, las manos arriba, las rodillas ligeramente flexionadas, los hombros sueltos, los pies separados con el mismo ancho de tus hombros y con un pie ligeramente hacia delante. Esta postura te permite una mayor flexibilidad y libertad para transmitir energía desde tus pies y torso hasta tus brazos.
Cuando des el puñetazo, levanta tus hombros, gira tus caderas en la dirección de tu objetivo, dobla las rodillas un poco más y gira tus pies hacía la dirección del puñetazo. El movimiento de manos de tu golpe determinará qué pie debes de mover y en qué dirección. Para dar un puñetazo a la derecha necesitarás levantar el talón derecho y sostenerte con el izquierdo, mientras que para dar un puñetazo zurdo debes de levantar ligeramente el talón izquierdo y mantener plano el pie derecho. Haz estos movimientos de manera suave y notarás los avances.
Practica esta técnica de puñetazo de manera lenta, poniendo especial atención en cómo tu cuerpo se mueve. De esta manera te acostumbrarás a los movimientos y tus músculos los recordará. Este ejercicio te permitirá también mantener el movimiento de tus brazos junto con el resto de tu cuerpo. Normalmente, sino se entrena este golpe, el movimiento del brazo va adelantado al cuerpo. Al golpear despacio te permite mantener tus brazos bajo control y aprender el ritmo con el que entregas una mayor cantidad de energía con tu cuerpo. Una vez que tengas esto controlado puedes añadir velocidad.
Fuerza
Mientras que la forma es importante, la física básica dicta que el músculo que tiene más ventaja es aquel que más rápido se mueve y el que más masa tiene. La generación de un puñetazo con energía proviene del pecho, las piernas, los glúteos, hombros y brazos. Combina ejercicios de entrenamiento para ganar masa y fuerza en estos músculos.
Peso muerto: mejora tu core, los isquiotibiales y también fortalece tus hombros.
Banco de pesas: fortalece tus tríceps, éstos son responsables de extender tus brazos durante el puñetazo.
Squats o sentadillas: fortaleces tus cuádriceps, isiquiotibiales, glúteos, core y espalda.
Con este entrenamiento de fuerza conseguirás aumentar tus músculos. Éste es muy eficiente para conseguir que tu cuerpo sea fuerte pero tus movimientos serán lentos, por lo que no te enfoques en ellos demasiado. Para optimizar tu entrenamiento de fuerza y que te ayude en tu técnica de puñetazos es necesario que realices entrenamientos pliométricos. Éstos ayudan a tu cuerpo a liberar energía en pequeñas ráfagas explosivas, justo lo que te hace falta para dar puñetazos con fuerza. Balones medicinales y entrenamientos pliométricos entrenan tus brazos de la misma manera que se realiza el puñetazo. Los saltos en cuclillas te proporciona el poder que tus piernas necesitan para reaccionar rápidamente.
Salta a la comba: ya que mejora tu cardio, coordinación, tiempo de reacción y una gran cantidad de beneficios que te ayudará a utilizar tu cuerpo al máximo.
Natación: parece que la natación es un deporte que no tiene nada que ver, pero pocas actividades proporcionan un entrenamiento de fuerza y resistencia en muchos músculos a la vez.
Tan importante como estos ejercicios es regular el lanzamiento de tu puñetazo. Practica tu técnica una y otra vez. Hazlo con un saco de boxeo. Aprende cómo golpear más fuerte, más rápido y más duro.
El entrenamiento de fuerza también te aportará un mayor beneficio a tus huesos, haciendo que tus músculos sean más resistentes a las lesiones. Este entrenamiento no solo te aporta un puñetazo con más fuerza, sino que te mantendrá alejado de las lesiones.
El golpe más efectivo proviene de la unión entre una fuerza óptima y efectiva y una buena forma física. Combina éstas dos y tus golpes tendrán mucha más fuerza, resultado de maximizar la masa y la aceleración.