Ya te has dado cuenta de que no existen modelos de negocio que te aseguren un éxito. Como sabes cada estrategia requiere primero un cierto grado de investigación, testeo y ajuste para adaptarla a tu tipo de cliente ideal. Un determinado tipo de modelo de negocio puede ser un rotundo fracaso en un sitio, mientras que en otro lugar puede estar teniendo un tremendo éxito. Por ejemplo, los servicios a domicilio de una tienda de alimentación puede que no tengan mucho éxito en una ciudad pequeña en la que cada barrio tiene dos supermercados. En cambio, puede que sí funcione en una ciudad metropolitana donde las tiendas de alimentación están más distantes unas de otras.
Lamentablemente no sabrás si un modelo de negocio funciona o no hasta que no lo pruebes. Lo ideal sería ofrecer diferentes modelos a targets de público distinto, ajustándolos a sus necesidades, teniendo un rango de precios amplio y con compromiso de tiempo. Puede que ya cuentes con la infraestructura de diferentes modelos y seas capaz de llegar a un público más amplio con unos costes muy bajos. Pero ¿estás seguro de que estás ganado todo el dinero que puedes? Descubre los 6 modelos que te permitirán aumentar tus ingresos.
- Afiliación
Es el modelo más común para un centro de entrenamiento o gimnasio. Por lo tanto ¡no hay ninguna razón para la que no puedas utilizarlo en tu escuela de artes marciales! La afiliación atrae tanto a practicantes con un cierto grado ya de experiencia, como a aquellas personas que buscan un incentivo para aumentar su compromiso con la práctica de la disciplina elegida. Así que, el precio es el reclamo para aquellas personas que acuden a clase con regularidad. Éste será más barato que los alumnos que deciden comprar el “paquete de clases”.
El mayor inconveniente de este tipo de modelo es que la competencia suele es muy alta, la dificultad que existe en predecir el número de personas que podrá haber en una clase, el flujo de caja que habrá mes a mes o el porcentaje de las personas que cancelarán su membresía en tu escuela. Una de las formas de contrarrestar estos imprevistos es ofrecer diferentes periodos de afiliación con su correspondiente descuento. De esta manera será más caro apuntarte a tu escuela por 3 meses que por un año entero.
- Paquetes de clases
Un número de clases se puede vender por un determinado precio. Puedes ofrecer ligeros descuentos por una mayor cantidad de clases. Esto te permite poder dar soluciones a aquellas personas que quieren disfrutar de los beneficios de hacer deporte en grupo, pero que por su estilo de vida les resulta imposible realizarlo. También le das la oportunidad a aquellos indecisos que no saben si apuntarse a tu escuela o no. Este modelo lleva implícito un bajo compromiso en comparación con el modelo de afiliación ya que este último te exige asistir a un gran número de clases para amortizar el precio.
Las personas que compran los paquetes de clases son unos clientes potenciales para otro tipo de modelos como puede ser el de afiliación o workshop. Normalmente estos estudiantes tienen horario laboral inestables y lo que van buscando es practicar algo de deporte después de un día duro. Es bueno hablar con ellos y descubrir cuáles son sus inquietudes y necesidades para ajustar tu oferta a éstas.
¿Quieres una idea brillante? Ofrece estos paquetes de clases en formato de regalo. De tal manera que una persona pueda comprarlo en nombre de otra. Sí, como una tarjeta de regalo. Imagínate el potencial que esto puede tener en fechas señaladas como navidades, vacaciones, cumpleaños….
- Clases privadas o semiprivadas
Dependiendo del tiempo del que dispongan tus instructores puedes ofrecer este tipo de clases. Las personas que acuden a éstas suelen ser muy comprometidas y apasionadas con la disciplina que practican. De esta manera obtendrás los mejores testimonios y resultados de tus clientes. ¿Qué hay mejor que un cliente satisfecho? Además, tienes que añadir la satisfacción personal que para ti supone el trabajar de una manera más cercana con estos estudiantes tan apasionados y entregados. ¿A quién no le gusta dar clases a alguien que disfruta de lo que está haciendo?
La desventaja de este tipo de modelo son los márgenes tan bajos que tiene. Hay pocas opciones de incrementar el precio más allá de subirlo. A pesar de esto, las clases particulares sí merecen la pena ya que, al tener un trato tan directo, el feedback que obtienes de tus alumnos es muy positivo. Pero también debes de tener en cuenta cuántas clases privadas te compensa tener. Busca el equilibrio entre lo que te reportan las clases grupales y las individuales.
- Workshop
Es algo parecido al “paquete de clases” sólo que con este modelo las clases están unificadas y corresponden a una temática común. Por ejemplo, puedes ofrecer un mes de workshop de clases de artes marciales desde la perspectiva de la película Kill Bill. Los talleres son una gran oportunidad para demostrar las habilidades que los instructores tienen y para unir a personas con unos intereses en común. Dependiendo del nivel que éstos tengan, puedes atraer a nuevas clientes que están interesados en aprender lo que impartes en tu workshop.
La desventaja de este tipo de modelo es que necesitas publicitar la realización del workshop un tiempo antes de que se imparta. No hay ingresos recurrentes para los talleres ya que una vez que se terminan ya no hay más ingresos. Pero también está la posibilidad de realizar workshop de manera continuada. Estudia aquellos que tienen una mejor acogida, repítelos y realiza otros relacionados con esa temática.
- Campamentos, retiros y certificaciones
Este tipo de modelos son más intensos y dan la posibilidad de sumergirte más en la disciplina que se enseña que un workshop. Un retiro o campamento requiere un fuerte trabajo de organización. Es fundamental encontrar el lugar adecuado para la realización. Este tipo de eventos son muy importantes para construir comunidades. La gente se une en función de unos intereses comunes. Si alguna vez fuiste de pequeño al típico campamento de verano sabrás lo fácil que le resulta a la gente unirse en actividades que están fuera de su día a día.
Puedes ofrecer premios o certificados para celebrar los logros que los participantes han conseguido dentro de la comunidad. Esta, es una buena manera de fidelizar a tus clientes.
Debes ser consciente que, si decides realizar un campamento o retiro, todo debe de estar muy bien organizado. ¿Qué pasa cuando acudes a un retiro en el que notas falta de desorganización? Sí, que no vuelves nunca más. En cambio, si se hace bien será un recuerdo memorable para todos los asistentes y querrán repetir.
- El reto a plazo fijo
Con este modelo pones a prueba la determinación y compromiso de tus alumnos ya que exige una asistencia durante un periodo de tiempo determinado. Lo que se busca es que estos alumnos mejoren sus hábitos y puedan notar los cambios que están teniendo. Con este tipo de cursos generas en los miembros de esta comunidad una gran motivación y unión. Este tipo de programas te aporta un gran feedback y es una buena manera de fidelizar a los clientes una vez que han finalizado el reto. Ya que es muy difícil negar los resultados cuando los estás viendo. Descubren de primera mano lo bueno que eres y los resultados que pueden obtener en tus clases.
Puedes comercializar estos retos a lo largo del año y ofrecer los mismos años tras años. De esta manera atraes a antiguos alumnos que ya han participado y buscan esforzarse a un nivel mayor. Se comparan los resultados que obtuvieron el año paso y los que quieren conseguir. Al igual que cualquier oferta de duración determinada no es un ingreso recurrente.
Es recomendable que no te centres sólo en uno de los modelos que te hemos explicado, sino que pruebes con varios. Utiliza todos los recursos de los que dispones y piensa la manera en la que puedes expandir tu negocio con estas ideas que te hemos dado. Recuerda siempre que es necesario testearlo e ir ajustándolo para obtener los resultados que deseas.
Para tener un mejor conocimiento de los tipos y servicios que deberías de proveer y cómo destacar de tu competencia bájate gratis nuestro guía de plan de negocios.